
Llaman al timbre y el cartero te dice que te trae una carta certificada que no estabas esperando. Ahí empiezan los sudores fríos. Normalmente se trata de una notificación oficial, una multa o un documento de un juzgado. Y ninguna de estas cosas suele traer nada bueno. ¿Sabes qué ocurre si te llega a casa una citación como investigado en un proceso? ¿Necesitas contratar los servicios de un abogado? Piensas: ¿acepto o mejor rechazo la carta certificada? o ¿me va a detener la policía? Lo primero es mantener la calma e informarte bien acerca de tus opciones. A continuación te contamos todo lo que debes saber si te ves en esta situación tan incómoda.
Qué significa esta notificación judicial
Las citaciones y emplazamientos judiciales se regulan en el artículo 175 y siguientes de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Lo primero que hay que tener presente es que las citaciones judiciales son notificaciones procedentes de un juzgado que contiene una orden dirigida a una persona para que se presente en la sede del tribunal en la fecha y hora indicados. Este escrito puede dirigirse a cualquier individuo, ya sea denunciado o investigado, pero también a un testigo, a un perito o al denunciante o querellante.
En esta citación se ordena que la persona destinataria acuda para prestar declaración ante el juez instructor del caso o para que se asista a la celebración del juicio. Por lo general, este escrito se entrega en el domicilio del destinatario. Sin embargo, si el emplazado no tiene un domicilio conocido, el juez instructor ha de poner los medios correspondientes para averiguar dicha dirección. Si el citado no se encuentra en casa en el momento de la notificación, esta podrá ser recogida por un pariente o familiar mayor de 14 años que se encuentre en el domicilio, y también por un vecino. Estos tienen la obligación de entregar la notificación al interesado bajo pena de multa. En todo caso, la cédula de notificación siempre ha de contener ciertos requisitos:
- El juzgado que emite la citación y el tipo de resolución en la que se acuerda.
- La fecha y el procedimiento correspondiente.
- El nombre, apellidos y domicilio del emplazado.
- El motivo de la citación y la calidad en la que se le cita: investigado, denunciante, testigo o perito.
- El lugar, día y hora en la que el citado debe acudir a la sede judicial.
- La advertencia de su obligación de concurrir al llamamiento, así como las consecuencias judiciales si no se presenta a la cita.
Las consecuencias de la citación como investigado
Si te han citado como investigado en un proceso judicial puede deberse por la supuesta comisión de un delito leve, de un delito que inicia un procedimiento abreviado o de un delito que inicia un procedimiento ordinario. Los delitos leves solo son perseguibles a instancia de parte o del representante legal de la persona agraviada, excepto en los casos de violencia de género. Por otro lado, los delitos que abren un procedimiento abreviado son aquellos que conllevan penas de prisión de hasta nueve años, mientras que en los procedimientos ordinarios se juzgan delitos que implican penas de más de nueve años de cárcel.
En el supuesto de los delitos leves, la citación puede emitirse para que el investigado realice una primera declaración ante el juez de guardia. No obstante, también cabe la posibilidad de que se le haya citado para la celebración inmediata del juicio por delito leve, de forma que el investigado tiene la obligación de declarar en ese acto. No obstante, siempre es recomendable echarle un vistazo a la selección de abogados especializados en delitos leves que hemos preparado para ti.
Por el contrario, si se trata de una citación al hilo de un procedimiento abreviado o de un procedimiento ordinario, se enviará una primera citación para que el investigado declare ante el juez de instrucción en dicha fase. En la fase del juicio oral se le volverá a notificar con el fin de que el investigado acuda a la celebración del juicio en el juzgado competente que corresponda en cada caso.
Los derechos del investigado en un proceso judicial
Si te ha llegado una citación como investigado en un proceso judicial has de saber que te amparan una serie de derechos recogidos en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. En primer lugar, tienes derecho a ser informado de todos los hechos que se te atribuyan, de los cambios relevantes en la investigación y de los hechos que se te imputan. Esta información se debe facilitar en un lenguaje comprensible y accesible y debe ser suficiente para ejercer tu derecho de defensa.
También se te debe proporcionar el tiempo necesario para estudiar las actuaciones con antelación para ejercitar el libre derecho de defensa, y cuentas con el derecho a actuar en el proceso en tu defensa, a designar libremente un abogado y a solicitar asistencia jurídica gratuita, siempre que cumplas los requisitos previstos por la ley. Asimismo, también tienes derecho a la traducción e interpretación gratuitas, el derecho a no declarar contra ti mismo y a no confesarte culpable, así como el derecho a guardar silencio y a no prestar declaración o no responder a alguna de las preguntas que se te formulen.
¿Tengo que acudir con abogado?
Cuando te llega una notificación del juzgado en la que se te cita como investigado lo más recomendable es que contrates los servicios de un abogado, en nuestro directorio encontrarás abogados clasificados por especialidad y localización. Este te guiará y te aconsejará en todo el proceso, además de ejercer tu defensa en el juicio. Asimismo, si se te cita como investigado en un procedimiento abreviado o en un procedimiento ordinario deberás acudir a la sede judicial con abogado y procurador, quienes realizarán tu defensa y representación, respectivamente. Es decir, en estos casos es obligatoria la presencia tanto de un abogado como de un procurador.
Los supuestos de delitos leves presentan más dudas al respecto. Cuando se celebra un juicio por delito leve se informará al investigado y al querellante que tienen la posibilidad de acudir acompañados por un abogado si lo prefieren. Además, podrán acudir al juicio con todos los medios de prueba de que intenten valerse. Es decir, en los supuestos de delitos leves no es obligatoria la presencia de un abogado, pero sí que se recomienda encarecidamente, puesto que es el experto al que se debe acudir para trazar la estrategia de defensa más adecuada.
No obstante, el artículo 967.1 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal establece aquí una salvedad. Esto se debe a que si el delito leve que se está juzgando conlleva una multa con un límite máximo de al menos seis meses serán de aplicación las reglas generales de defensa y representación. Esto significa que en estos casos es obligatoria la presencia del abogado, tanto para el investigado como para el querellante.
Consecuencias de no acudir a una citación judicial como investigado
Si el citado como investigado en un procedimiento cuyo objeto es un delito leve no acude al juzgado en la fecha y hora indicados, será de aplicación el artículo 967.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Es decir, si cualquiera de las partes, los testigos o peritos no alegan causa justa para su ausencia podrán ser castigados con una multa de 200 a 2.000 euros.
Si se cita a un individuo como investigado en un procedimiento abreviado o en un procedimiento ordinario, el artículo 175.5 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal indica la obligación de acudir al primer llamamiento bajo pena de multa de 200 a 5.000 euros. Si se trata del segundo llamamiento, el citado que no acuda podrá ser perseguido como reo de un delito de obstrucción a la justicia establecido en el artículo 463.1 del Código Penal. Por otro lado, el artículo 487 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal señala que el citado que no compadezca el día y la hora señaladas en el tribunal correspondiente sin una causa justa que se lo impida, la orden de comparecencia podrá llegar a convertirse en una orden de detención.
Sin embargo, en todos los supuestos vistos la regla general indica que la ausencia injustificada del investigado o denunciado no impide la celebración del juicio ni tampoco que se emita sentencia. La ausencia del denunciante podría llegar a derivar en la absolución del denunciado pero, como es obvio, si el investigado debidamente notificado no se presenta al juicio no significa que el procedimiento no se pueda resolver.