Seguro que en más de una ocasión has oído hablar de competencia desleal dentro del mundo de los negocios, pero es posible que no tengas muy claro a qué se refiere exactamente este concepto, por eso en este artículo te vamos a contar todo lo que necesitas saber sobre él.
Vivimos en una economía de libre mercado y eso tiene sus consecuencias. En líneas generales rige el principio de libre competencia, pero también existen conductas que pueden atentar directamente contra él y que no están permitidas.
Libre competencia
Hay varias formas de definir la libre competencia, pero todas ellas se pueden reunir en una idea: es el conjunto de factores que permiten que las empresas puedan pugnar entre ellas para cubrir las necesidades de productos y servicios que tienen los consumidores.
En ese entorno de rivalidad las empresas pueden “luchar” entre sí de diferentes maneras para conseguir que el público se muestre interesado en lo que ofrecen. Se puede competir con la calidad de los productos o servicios ofertados, con el precio, con el servicio de atención al cliente…
El principio de libre competencia se basa en que los consumidores son libres a la hora de elegir los productos o servicios que quieren adquirir y a quien se los quieren comprar y por tanto las empresas también deben ser libres para pugnar entre sí y conseguir llevarse al cliente.
Beneficios de la libre competencia
Aunque a veces la competencia puede ser salvaje y no demasiado positiva ni para las empresas ni para los consumidores, en líneas generales tiene una serie de beneficios que son innegables:
- Incentiva a las empresas a seguir invirtiendo en innovación y calidad.
- Permite a los consumidores encontrar productos o servicios de calidad y a un menor precio.
La intervención del Estado en la libre competencia
Muchos economistas han defendido la necesidad de que el Estado no intervenga en los aspectos económicos, pero a día de hoy esto es una utopía. Las circunstancias han demostrado que a veces la intervención gubernamental en la economía puede tener buenos resultados (también malos).
El Estado es el principal responsable de mantener las condiciones que permitan que la libre competencia se desarrolle con normalidad. Para ello se dota de un ordenamiento jurídico destinado a proteger a las empresas y los consumidores y a sancionar a aquellos agentes económicos que realizan conductas contrarias a la legalidad.
¿Qué es la competencia desleal?
Ahora que ya sabemos lo que es la libre competencia podemos entender mejor en qué consiste la competencia desleal. Entendiéndose como tal toda aquella conducta realizada por parte de una empresa o empresario que suponga una transgresión de las exigencias de la buena fe.
No es una definición muy completa, pero así la define la Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal, que es la encarga de regular esta cuestión en nuestro país.
Se trata en realidad de una definición bastante abierta y abstracta que nos hace darnos cuenta de que existen una gran cantidad de conductas que pueden ser contrarias al principio de libertad de competencia.
Pero nuestra legislación no es tan abstracta como pueda parecer a simple vista, sino que además enumera una serie de acciones que en todo caso se deben considerar competencia desleal y son las siguientes:
Actos relacionados con el engaño y la confusión
- Actos de engaño que se cometen entregando información falsa o que lleve a error al receptor.
- Actos de confusión que buscan sembrar la duda entre los consumidores.
- Omisiones engañosas que implican ocultar u omitir información que sea importante para la toma de la decisión de compra.
Actos relacionados con violencia o violación de normas
- Prácticas agresivas: acoso, coacción y otras acciones que busquen menoscabar la libertad de elección de los consumidores o la libertad de competencia de otras empresas.
- Actos de denigración que implican menoscabar la reputación de otras empresas.
- Actos de comparación que implican engaño, violencia o violan los derechos de propiedad intelectual.
- Actos de imitación que buscan limitar a la competencia o confundir al consumidor.
- Explotación de la reputación ajena, aprovechándose del buen nombre de otra empresa.
- Violación o divulgación de secretos empresariales o industriales.
- Inducción a la infracción contractual de trabajadores, proveedores, etc.
- Violación de normas.
Otros actos:
- Discriminación y dependencia económica, esto incluye aprovecharse de proveedores u otros agentes o discriminar de manera injustificada a los consumidores.
- Venta a pérdidas, bajando los precios por debajo de la rentabilidad para causar daño a la competencia.
- Publicidad ilícita o desleal.
En cualquier caso, para que exista competencia desleal es necesario que el acto se realice en el mercado y que se lleve a cabo con fines concurrenciales. Es decir, que tenga como objetivo difundir en el mercado las prestaciones propias o de un tercero.
Publicidad desleal
Ya hemos visto que la publicidad desleal o publicidad ilícita es un acto de competencia desleal y queremos centrarnos en ella porque es algo bastante más habitual de lo que parece.
Antes de nada hay que aclarar que publicidad desleal y engañosa no son lo mismo. Publicidad engañosa es aquella que pretende vendernos un producto o servicio que al final resulta no ser nada de lo que nos habían dicho, mientras que en la publicidad desleal lo que se busca es causar un daño a la competencia, menoscabando su imagen o sus productos.
La publicidad comparativa ¿es desleal?
En España hemos visto varios ejemplos de marcas que promocionan sus productos comparándolos con los de la competencia ¿es esto desleal? A priori no. Nuestra legislación permite la llamada publicidad comparativa siempre y cuando se trate de una comparación objetiva basada en información cierta y demostrable, que no lleve a confusión al consumidor ni denigre a la competencia o dañe su imagen.
Un ejemplo muy claro de publicidad comparativa totalmente legal es el anuncio de zumos Don Simón, en los que se compara su producto con otros de la competencia. Se dan datos y en ningún caso se daña a la competencia, por lo que el anuncio no reviste ningún problema desde el punto de vista de la legalidad.
Pepsi vs. Coca-Cola: el mejor ejemplo de publicidad desleal
La guerra entre Pepsi y Coca-Cola es especialmente fuerte en Estados Unidos y ninguna de las dos marcas ha tenido miramientos a la hora de promocionarse aunque se a costa de dañar la imagen de su principal rival.
Uno de los ejemplos más claros lo vimos hace unos años. En un controvertido anuncio de Pepsi un niño se acerca a una máquina expendedora y compra dos botes de Coca-Cola, los deja en el suelo y se sube encima de ellos para poder llegar al botón de Pepsi, que es lo que realmente quiere tomar.
Aquí no cabe duda de que hay intención de dejar a la marca competidora por los suelos (nunca mejor dicho), por lo que estamos en presencia de un caso de publicidad desleal.
Ejemplos de competencia desleal
Ya hemos visto que la publicidad puede ser una herramienta para cometer competencia desleal, pero no es la única, vamos a ver más casos de competencia desleal que se han producido en los últimos años.
España Directo vs Madrid Directo
Hace unos años TVE estrenó un magazine llamado España Directo, con un formato muy similar al que Telemadrid venía usando desde hacía años en su programa Madrid Directo. No sólo copiaron su nombre y el formato, sino que Mediapro contrató para el programa en la televisión pública nacional a algunos antiguos miembros del equipo de Madrid Directo.
Esta situación dio lugar a una denuncia por competencia desleal que Telemadrid acabó ganando. TVE tuvo que dejar de emitir el programa en Madrid y pagar además 90.000 € en concepto de indemnización.
Los tribunales estimaron que Mediapro se había aprovechado de la reputación ajena del programa de Telemadrid e incluso había inducido a infracción contractual a varios reporteros de Telemadrid que rescindieron su contrato para irse a trabajar a TVE.
Uber vs el sector del taxi
Uber siempre genera polémica. Mientras que en algunos países opera con normalidad, en España su actividad fue prohibida en 2014 al ser considerada competencia desleal para el sector del taxi.
Los tribunales entendieron que la actividad de Uber incidía directamente con la de los taxistas, quedando además fuera de la Ley de Ordenación de los Transportes, que exige contar con una autorización administrativa para poder llevar a cabo la labor de transporte de pasajeros.
¿Qué se puede hacer frente a la competencia desleal?
Si una empresa comete actos de competencia desleal los afectados pueden acudir a los tribunales y ejercer diversas acciones que dan lugar a diferentes sanciones:
- Iniciar una acción declarativa de deslealtad.
- Ejercitar acción de cesación de la conducta desleal y para que se prohiba su repetición en el futuro.
- Acción de remoción de los efectos que ha producido la conducta lesiva.
- Acción de rectificación de las informaciones que sean engañosas, incorrectas o directamente falsas.
- Acción de resarcimiento de los daños y perjuicios que haya causado la conducta contraria ala buena fe.
- Ejercitar la acción de enriquecimiento injusto si la conducta desleal se ha beneficiado de un derecho exclusivo u otro similar que tuviera el afectado.
Hay que tener en cuenta que en los procesos judiciales por competencia desleal se pueden solicitar medidas cautelares para que no se sigan produciendo perjuicios mientras se resuelve el proceso. Es muy aconsejable solicitarlas en la demanda para minimizar los daños sufridos.
¿Cómo destacar frente a la competencia sin caer en la competencia desleal?
Hoy en día la competencia que existe en la mayoría de los sectores económicos es muy alta, pero las empresas y los autónomos pueden conseguir destacar frente al resto sin necesidad de tener que incumplir la legalidad.
Vamos a ver algunas de las claves para triunfar:
- Aportar al público algo diferente. Si el producto o servicio ofrecido cubre una necesidad insatisfecha en el mercado, el éxito está casi asegurado.
- Innovar. Apostar por conceptos novedosos es la mejor manera de dejar atrás a los competidores y ganar posiciones en el mercado.
- Conquistar al público fidelizándolo con una estrategia completa que incluya: productos de calidad, precios ajustados, buen servicio postventa, buena atención al cliente, etc.
- Diversificar productos o servicios. Centrarse en una única cosa no es una buena elección, cuanta más variedad se ofrezca a más gente se puede atraer.
- Invertir en publicidad. No importa lo que cambien los tiempos, una buena política de publicidad y comunicación es esencial para conseguir conectar con los clientes potenciales. Hoy en día es vital para una empresa tener en cuenta factores como el inbound marketing, un concepto sobre el que puedes seguir leyendo en nuestro artículo “¿Qué es el inbound marketing?”
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