
Según el dicho popular, no se pueden poner puertas al campo. Si bien es cierto que las leyes evolucionan para adaptarse a la sociedad actual, el progreso de las tecnologías informáticas avanza a un ritmo pasmoso que aquellas difícilmente pueden alcanzar. Las herramientas telemáticas son muy prácticas, pero de su utilidad derivan también peligros, ya que un uso fraudulento de las mismas puede desembocar en graves infracciones y daños irreparables para otra persona, física o jurídica. En este artículo vamos a hablar de los delitos informáticos así que si estás interesado, ¡sigue leyendo!
¿Qué se entiende por delitos informáticos?
Los delitos informáticos, también llamados ciberdelitos, son todas aquellas acciones antijurídicas que se ejecutan mediante vías informáticas. Además, también se consideran delitos informáticos aquellos en los que las nuevas tecnologías intervienen, no solo como medio, sino también como objeto o como bien jurídico protegido.
¿Qué se entiende como delitos informáticos en el Código Penal?
Para la Organización de las Naciones Unidas, hay tres tipos de delitos informáticos:
- Fraudes cometidos mediante la manipulación de equipos informáticos.
- Falsificaciones informáticas, ya sea como objeto o como instrumento.
- Daños o modificaciones de programas o bases de datos, como sabotajes, virus o gusanos.
Según el Código Penal, son delitos informáticos todos aquellos que se cometen utilizando cualquier medio informático. En otras palabras, se comete un delito informático cuando se ejecuta cualquier tipo penal recogido anteriormente, pero utilizando para ello un elemento telemático.
Ejemplos de delitos informáticos más comunes
La expansión y proliferación de delitos informáticos conlleva que estos sean de lo más variopinto. Sin embargo, algunos de los más comunes son los siguientes.
- Delitos de estafa, especialmente el fraude informático.
- Delitos de acoso: ciberacoso o grooming
- Delitos de suplantación de la identidad.
- Delitos de daños, como el sabotaje informático, de forma que se borran, deterioran o alteran datos o programas electrónicos.
- Delitos relativos al mercado y a los consumidores.
- Delitos informáticos contra la propiedad intelectual, más comúnmente conocidos como “pirateo informático”.
- Delitos de intrusismo informático.
- Delitos de descubrimiento y relevación de secretos, de forma que se vulnera la intimidad de una persona o se interceptan comunicaciones y transmisiones de datos informáticos.
¿Qué hacer en caso de ser víctima de un delito informático?
La variedad de este tipo de crímenes es tan amplia que muchas veces es difícil saber cómo actuar cuando se víctima de uno de ellos. En el momento en que alguien sufre un delito informático, lo primero es dar parte a la autoridad competente mediante una denuncia.
No obstante, las peculiares características de estos tipos penales los hace difíciles de perseguir. Los principales motivos son:
- Se trata de un tipo de delitos difíciles de demostrar, ya que es difícil encontrar pruebas e identificar a los culpables.
- La huella digital que dejan es muy difícil de rastrear, para lo que se necesitan expertos con un alto nivel de especialización.
- Se suelen ejecutar de forma rápida, prácticamente instantánea.
- No es necesario que el infractor esté en el lugar donde se cometen los hechos, y tampoco que tenga un equipo informático extremadamente avanzado.
- Estos delitos están en pleno proceso evolutivo, surgiendo nuevos modelos constantemente.
- Muchas veces se trata de delitos internacionales, lo que complica aún más la investigación.