Descubre las principales diferencias entre el homicidio y el asesinato

¿En qué se diferencian el homicidio y el asesinato?

Las películas y la prensa a menudo nos llevan a engaños. Cuando una persona mata a otra muchas veces oímos que se ha producido un asesinato. ¿Pero eso es lo que ha ocurrido realmente? El «asesinato» es un término más coloquial que el homicidio. Sin embargo, ambos son dos delitos diferentes tipificados en el Código Penal bajo el mismo Título. ¿Cómo podemos saber cuál es el delito en concreto que se ha cometido en un determinado caso? ¿Cuál es la diferencia entre el homicidio y el asesinato? El resultado es el mismo en ambos supuestos: una persona que mata a otra. La clave de la distinción radica en las circunstancias del hecho punible y no en la figura de la persona fallecida. A continuación veremos en qué se diferencian estos delitos y la pena que cada uno lleva aparejada.

¿Cuánto estamos ante un delito de homicidio o un asesinato?

Tanto el delito de homicidio como el delito de asesinato se regulan en el Título Primero del Libro II del Código Penal. Este apartado se denomina Del homicidio y sus formas y abarca de los artículos 138 a 143. Podríamos decir que la diferencia básica entre el homicidio y el asesinato es que el asesinato es premeditado, aunque no es tan sencillo.

El delito de homicidio se realiza cuando una persona mata a otra, según el artículo 138 del Código Penal. Sin embargo, se considerará que esa muerte ha sido un asesinato en el supuesto de que una persona mate a otra si concurre alguna de las circunstancias descritas en el artículo 139.2:

  • Cuando se haya matado a un individuo con alevosía. Como ya vimos, la alevosía consiste en poner todos los medios necesarios para que el delito se consume efectivamente y para que la víctima no pueda defenderse.
  • Si la ejecución se ha producido a cambio de un precio, una recompensa o una promesa.
  • En los casos en los que la muerte se ha procurado con ensañamiento, es decir, si se ha aumentado de forma deliberada e inhumana el dolor que ha padecido la víctima antes de fallecer.
  • Cuando una persona mate a otra para facilitar la comisión de otro delito o con el fin de que este no se descubra.

El dolo en el homicidio y el asesinato

Por lo tanto, podríamos entender el homicidio como el tipo básico del crimen de dar muerte a un tercero. Es decir, que el asesinato sería una forma más grave del homicidio. Pero la distinción va más allá. Esto se debe a que el asesinato siempre es doloso. Esto significa que el criminal que asesina a un individuo siempre tiene la intención de matarlo, ya que es necesario que medie alguna de las circunstancias anteriormente descritas que compone el asesinato.

No obstante, el homicidio puede ser imprudente o doloso. Un homicidio se cometerá con dolo cuando el delincuente tenga la voluntad deliberada de realizar el acto teniendo conocimiento de que se trata de un tipo punible. Por otro lado, el homicidio será imprudente cuando la muerte del tercero se produzca de forma involuntaria o culposa. Dos ejemplos clásicos del homicidio imprudente son los fallecimientos que se producen en los accidentes de tráfico o a través de las negligencias médicas.

¿Qué penas conllevan el homicidio y el asesinato?

¿Hay alguna diferencia entre el homicidio y el asesinato respecto las penas? El Código Penal regula un complejo sistema de penas en función de cómo se produzca la muerte del individuo a manos de un tercero. La primera distinción se realiza cuando se diferencia entre homicidio y asesinato, pero la graduación de los castigos depende de otros factores que describiremos a continuación.

Las penas en el homicidio

El tipo básico del homicidio está castigado con una pena de prisión de diez a quince años. No obstante, se aplicará una pena superior en grado cuando los hechos también sean constitutivos del delito de atentado descrito en el artículo 550, es decir, cuando el homicida agreda u oponga resistencia con intimidación grave o violencia a los agentes de la autoridad o los funcionarios públicos cuando estén desarrollando las funciones propias de sus cargos. También se impondrá la pena en superior en grado en los siguientes supuestos de homicidio previstos en el artículo 140.1:

  • Cuando la víctima sea menor de 16 años o si se trata de una persona especialmente vulnerable, ya sea por motivo de edad, de una enfermedad o de una discapacidad.
  • Si la muerte se causara a continuación de un delito contra la libertad sexual que el criminal haya cometido contra la misma víctima.
  • Si el delito se ha ejecutado por un miembro de un grupo u organización criminal.

Las penas en el homicidio imprudente

Los casos de homicidio imprudente se regulan en el artículo 142 del Código Penal. Este delito está castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años. Asimismo, si el homicidio imprudente se ha cometido utilizando un vehículo a motor o ciclomotor también se castigará al culpable con la privación del derecho a conducir este tipo de vehículos de uno a seis años.

Por otro lado, si el homicidio imprudente se ha cometido mediante la utilización de un arma de fuego se impondrá además un castigo adicional de privación del derecho al porte o tenencia de armas de tres a seis años. Por último, si el homicidio imprudente se ha causado por una imprudencia profesional, la correspondiente pena de prisión llevará aparejada la inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo en cuestión durante tres a seis años. Además, si en estos casos el hecho punible es de notoria gravedad, el juez o tribunal correspondiente podrá imponer una pena superior en un grado en la extensión que considere oportuna, siempre que motive adecuadamente su decisión.

Para poder aplicar todos estos castigos adicionales la imprudencia en el homicidio debe ser grave. Si se trata de una imprudencia menos grave se impondrá una pena de multa de tres a 18 meses, además de un castigo adicional de privación del derecho a conducir vehículos de motor o ciclomotores o la privación del derecho al porte o tenencia de armas de tres a 18 meses, según el caso.

Las consecuencias penales del asesinato

El delito de asesinato está penado con prisión de 15 a 25 años. Si en un supuesto en concreto el asesinato se produjera mediante la concurrencia de dos o más de las circunstancias necesarias para que la ejecución se considere asesinato, se impondrá la pena en su mitad superior. Asimismo, en la reforma del Código Penal de 2015 se introdujo como novedad la posibilidad de castigar el asesinato con la pena de prisión permanente revisable cuando concurra alguna de las circunstancias en el artículo 140.1. Es decir, cuando la víctima sea una persona especialmente vulnerable, cuando se asesine a la víctima después de haber perpetrado en ella un delito contra la libertad sexual o cuando el culpable pertenezca a una organización criminal.

Tanto en los casos de delito de homicidio como de asesinato, si se ha condenado a una persona por uno o más delitos comprendido en el Título Del homicidio y sus penas, el juez podrá imponer también al culpable una medida de libertad vigilada como castigo adicional. Por otro lado, tanto la provocación, como la conspiración y la proposición para cometer un delito de homicidio o asesinato se castiga con una pena inferior en uno o dos grados a la señalada en cada caso.

Almudena Galán

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