¿Sabías que espiar el WhatsApp de una persona es un delito?

¿Espiar el WhatsApp de otra persona es delito?

Tu pareja se deja el teléfono móvil en la mesa. Se le ha olvidado bloquearlo. Es toda una tentación. Es tu oportunidad para fisgar entre sus mensajes y leer sus conversaciones de WhastApp. ¿Lo es? En realidad, espiar el WhatsApp ajeno es delito. ¿Te gustaría saber por qué y qué infracciones legales estás cometiendo en el momento en que lees esos mensajes privados? Te lo contamos a continuación.

¿Qué delitos puedo cometer al leer los mensajes de WhatsApp de una persona?

El secreto de las comunicaciones y la intimidad están reconocidos como derechos fundamentales por la Constitución española, gozando de una protección especial. Además, si nos vamos hasta el artículo 197 del Código Penal, nos encontramos con un delito de descubrimiento y revelación de secretos.

Según este artículo, si una persona se apodera de papeles, cartas, mensajes de correo electrónico o cualesquiera otros documentos o efectos personales para descubrir secretos o vulnerar la intimidad de otro sin su consentimiento será culpable de este delito. También lo cometen aquellos que intercepten telecomunicaciones o utilicen artificios técnicos de escucha, transmisión, grabación o reproducción del sonido o de la imagen o de cualquier otra señal de comunicación. Este delito de descubrimiento y revelación de secretos está castigado con una pena de cárcel de uno a cuatro años y multa de 12 a 24 meses.

Es necesario destacar que en el artículo no se mencionan directamente las plataformas de mensajería instantánea, pero es igualmente aplicable. Al igual que sucede con las cartas, no es necesario que el culpable se apodere del documento, sino que basta con ver el contenido.

Este delito requiere que se revele un secreto, es decir, un conocimiento, y el dolo del culpable. Esto significa que si alguien nos presta su teléfono móvil para jugar o enseñarnos una foto y llega una notificación por la cual nos enteramos de un secreto, no estaríamos cometiendo ningún delito, ya que no existe ninguna intención de descubrirlo.

Por otro lado, para que se perfeccione el delito es necesario que la persona tenga éxito a la hora de desbloquear el teléfono y llegar hasta las conversaciones. No obstante, a no ser que se pille al cotilla in fraganti, se trata de un delito muy difícil de demostrar, ya que no suele quedar rastro documental que pruebe la invasión.

¿Qué sucedería si difundo esas conversaciones?

Si espiar el WhatsApp es delito, difundir esas conversaciones compone el mismo delito, pero una versión agravada del mismo. El artículo 197.3 del Código Penal establece una pena de prisión de dos a cinco años para todos aquellos culpables de difundir, revelar o ceder a terceros los datos, la información, los hechos, las grabaciones o las imágenes descubiertas. Además, en el artículo 197.7 se prevé un castigo especial para divulgación que menoscabe gravemente la intimidad personal de la persona cuyas conversaciones se han leído con consentimiento del titular, imponiendo una pena de cárcel de tres meses a un año y multa de seis a 12 meses.

¿Qué dice la jurisprudencia sobre el uso de programas espías?

Espiar el WhatsApp de otra persona es un delito si alguien lee las conversaciones sin consentimiento explícito del dueño del teléfono. Se trata de una conducta ilegal y poco ética. Pero la situación cambia cuando se trata de menores de edad. Los niños cada vez utilizan antes este tipo de programas de mensajería instantánea, para preocupación de los padres. ¿Qué pueden hacer en esos casos?

Para estas situaciones existen herramientas de control parental que vienen instaladas de fábrica en el propio terminal. Sin embargo, al margen de estas aplicaciones, también existen programas y software especializado para controlar los dispositivos de los menores de edad. De esta forma, los padres pueden bloquear accesos a páginas web, restringir apps, bloquear llamadas e incluso monitorizar los mensajes.

Esto presenta ciertos aspectos controvertidos, ya que los menores también se encuentran protegidos por el derecho a la intimidad del artículo 18 de la Constitución Española. No obstante, la jurisprudencia justifica que los padres utilicen este tipo de software espía con el fin de preservar la indemnidad de los menores y mantenerlos protegidos.

Sin embargo, está totalmente prohibido instalar este tipo de programas en los teléfonos de empresa. Es una restricción en sentido amplio, ya que no se puede controlar al trabajador a través de su teléfono móvil en ningún caso. Si se tomara una medida de control sobre los trabajadores de una empresa más allá de tus móviles, estos han de ser notificados de forma clara y por escrito por adelantado.

También está absolutamente prohibido vigilar el WhatsApp de tu pareja o de cualquier otra persona a través de este tipo de programas de espionaje. De lo contrario se estaría produciendo una interceptación de las comunicaciones sin consentimiento del titular y, por lo tanto, se estaría cometiendo un delito.

¿Cómo saber si me están espiando y cómo me protejo?

¿Sospechas que alguien está espiando tus mensajes? En muchos casos puede ser difícil de detectar que alguien esté fisgando entre tus conversaciones. Lo más recomendable es empezar por cambiar la clave de acceso a nuestro teléfono móvil y procurar que nadie más la conozca.

Además, puedes descubrir las sesiones de WhatsApp abiertas a través de su versión de escritorio, WhatsApp Web. Desde aquí puedes controlarlas todas y cerrar las que se hayan abierto desde dispositivos desconocidos para ti. Por otro lado, también existen ciertas apps que te indican si en tu móvil hay instalado un programa espía.

Asimismo, los expertos señalan ciertas causas que te pueden hacer sospechar de que te están espiando. Algunas de ellas son:

  • La batería de tu teléfono móvil dura menos que lo habitual o su rendimiento baja.
  • Ves mensajes con líneas de códigos de programación.
  • Si el tiempo de envío y recibo de mensajes es muy alto y no hay un problema de conexión.
  • Si aparecen apps en nuestro dispositivo que nosotros no hemos instalado.

Por último, cabe señalar que los mensajes de WhatsApp pueden llegar a ser considerados pruebas válidas en un juicio, pero su obtención ilegal los invalida. Así que tenlo en cuenta y ante la duda contrata a un abogado experto en delitos informáticos.

Almudena Galán

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