Los beneficios y propiedades de un contrato de phantom shares

Las phantom shares son un mecanismo útil para atraer o retener el talento. Se configuran como una alternativa a las stock options o la entrega de acciones como contraprestación al compromiso del directivo o trabajador de permanecer en la empresa. El objetivo es conseguir trabajadores de talento que accedan a cobrar menos durante el inicio de la actividad de la startup, bajo la promesa de una futura revalorización del objeto del contrato de phantom shares. 

¿Qué es un contrato de phantom shares?

El contrato de phantom es un compromiso bilateral reflejado en un documento que regula un sistema de remuneración alternativo pactado entre las partes.

En general, supone la entrega al trabajador beneficiario de la diferencia entre el valor razonable actual de las acciones de la sociedad y su valor en el momento de suscripción del contrato. Para dicha entrega se pacta un plazo determinado denominado vesting period. 

Para facilitar el cálculo es importante valorar el patrimonio de la empresa en una cantidad concreta a la fecha del contrato de phantom shares o del contrato de trabajo que firma la empresa con el beneficiario.

Es decir, se trata de un sistema de incentivos basado en la revalorización de unas acciones teóricas o fantasma de la compañía. En caso de que el contrato de phantom shares incluya la percepción de dividendos, habrá de precisarse el porcentaje de dividendos que corresponden a la participación societaria y que percibirá el trabajador anualmente.

También es posible garantizarse la misma cuota económica en caso de aumento del capital social de la Sociedad pactando el incremento de los derechos en la misma proporción que dicho aumento.

Ventajas y desventajas de las phantom shares

La principal ventaja del contrato de phantom shares es que los beneficiarios no adquieren la condición de accionistas de la compañía. Por tanto, no se modifica la situación de los socios presentes o futuros, ni se atomiza la distribución del capital manteniendo el atractivo para los inversores.

Además, al no estar específicamente regulado en Derecho español, permite una gran flexibilidad de pactos. La empresa puede entregar a los trabajadores las phantom shares directamente o condicionar su entrega al cumplimiento de determinadas condiciones, como la permanencia durante un determinado periodo.

El beneficiario de las phantom shares disfruta de la principal ventaja del accionista, lo que se concreta en la mayor parte de sus derechos económicos, sin necesidad de realizar desembolso alguno para adquirir las acciones.

Además, el contrato de phantom shares constituye un mecanismo para conseguir el objetivo de acceder y retener empleados clave o altos directivos cuya actividad influye en el resultado, pues las phantom shares sólo pueden cobrarse transcurrido el período de vesting

Al mismo tiempo, este contrato mercantil contribuye a minimizar las retribuciones de los trabajadores beneficiarios durante la etapa inicial de la compañía. Y motiva e incentiva a los beneficiarios para que la empresa crezca y progrese repercutiendo en la revalorización de las acciones fantasma. Así se alinean los intereses económicos de trabajadores y compañía.

Como desventajas pueden apuntarse:

  • La calificación de las phantom shares como rendimientos de trabajo a efectos de IRPF.
  • El hecho de que la propia flexibilidad del contrato de phantom shares puede ocasionar problemas de interpretación si no se han previsto determinadas circunstancias. Por ejemplo, no pactar un dividendo mínimo si los trabajadores son beneficiarios de un porcentaje de los dividendos repartidos anualmente por la Junta de Accionistas.

Phantom Shares vs stock options ¿Qué es mejor?

Ambas figuras pretenden el mismo objetivo, atraer, fidelizar y retener directivos o empleados clave en la empresa mientras se logra reducir el coste fijo inicial del sueldo de los empleados.

La principal diferencia entre ambas es la forma de tributación en el IRPF por parte del empleado, ya que en España la fiscalidad de las stock options es más gravosa que las phantom shares.

Las stock options tributan como rendimiento del trabajo desde el momento de su ejercicio y por las ganancias obtenidas en el momento de la venta en caso de revalorización de los títulos.

Además, el sistema diseñado para ejercitar las stock options implica necesariamente un desembolso económico por parte del empleado en el momento de realizar la compra de las acciones que le correspondan, que no ocurre en el caso de las phantom shares.

Algunas diferencias importantes

A diferencia de las stock options, el contrato de phantom shares no otorga la condición de accionista al trabajador. Simplemente le otorga derechos económicos vinculado al valor de las acciones de la empresa. Tampoco le otorga los derechos políticos de las acciones o la posibilidad de acceder a la contabilidad de la sociedad o a la documentación relevante, que sí otorga el derecho de información del socio.

El contrato de phantom shares no da derecho de suscripción preferente a los beneficiarios, ni les permite ejercitar el derecho de separación, según se configura en la Ley de sociedades de capital. Tampoco les otorga las facultades de control de los órganos directivos de la compañía en los términos establecidos por la citada ley o los estatutos.

En contraposición, las phantom shares no dejan de ser una figura ficticia, por lo que es posible que el trabajador prefiera la adjudicación de acciones de la compañía para permanecer vinculado al proyecto. 

Puesto que la regulación sobre adjudicación y venta de las acciones es mayor, ofrece mayor seguridad jurídica. El contrato de phantom shares no suele permitir la cesión de éstas a terceros. Además, las acciones aseguran al trabajador que percibirá una ganancia económica en caso de venta de la sociedad.

Cómo tributan y se diluyen las phantom shares

Las phantom shares tienen la consideración de rendimientos del trabajo y tributan en el Impuesto sobre la Renta de las Personas FísicasSu devengo e imputación se producirá en el momento en que resulten exigibles, debiendo la sociedad realizar las retenciones correspondientes en el salario del empleado. 

Al tener carácter irregular es posible aplicar una reducción del 30 %, siempre que se cumplan determinados requisitos. El contrato de phantom shares establece únicamente expectativas de cobro, por lo que las acciones fantasma no tributan en el momento de la concesión. 

En el Impuesto de Sociedades el gasto fiscal se computa cuando la transacción se hace efectiva en el período impositivo en que se aplique la provisión a su finalidad. Cuando las compañías no cotizan en bolsa procede nombrar un experto independiente para valorar las acciones.

Nicolás Marchal González

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