
Cambiar de empleo es una decisión complicada, lo que hace que a las empresas les cueste encontrar perfiles profesionales adecuados para cubrir ciertos puestos. Cuando una organización encuentra a un trabajador al que le interesa contratar en un futuro próximo y este está vinculado a otra empresa a través de un contrato, el precontrato de trabajo es una buena opción para proteger los intereses de ambas partes.
¿Qué es un precontrato de trabajo?
Un contrato es un negocio jurídico del que se derivan derechos y obligaciones para todos los implicados en él.
En este caso estamos ante un contrato jurídico pero no ante un contrato laboral, puesto que de él no se derivan obligaciones laborales. Lo que implica es que hay un compromiso por parte de la empresa firmante de contratar a ese trabajador y que, a la vez, esa persona se compromete a firmar el contrato de trabajo con la empresa en un futuro.
Aunque no es una figura muy conocida, empieza a ser bastante habitual. El mercado laboral español es bastante complejo y a día de hoy ningún trabajador se arriesga a dejar su empleo por voluntad propia si no está completamente seguro de que hay otro esperándole.
¿Qué implicaciones tiene un precontrato de trabajo?
La principal implicación que se deriva de esta figura jurídica es el compromiso de establecer una relación laboral. Como hemos señalado antes, mediante este documento la empresa se compromete a contratar al trabajador, mientras que este se compromete a incorporarse a trabajar en esa organización.
Las condiciones concretas en las que surgirá y se desarrollará esa relación laboral se establecerán de forma particular en cada precontrato atendiendo a las circunstancias concretas de cada caso.
¿Cómo se realiza y qué forma tiene un precontrato de trabajo?
Es importante dejar constancia por escrito de los acuerdos alcanzados. Un documento escrito es la mejor manera de que tanto el trabajador como la empresa tengan claro a qué se están comprometiendo. Además, en caso de tener que reclamar judicialmente esto será mucho más fácil si se cuenta con un contrato por escrito.
Nuestro ordenamiento jurídico no establece de forma detallada cuales son los elementos que deben aparecer en un precontrato de trabajo, pero en la práctica hay una serie de datos que son esenciales y los vamos a ver a continuación.
Modelo de precontrato de trabajo
La estructura que se suele seguir es la siguiente:
- Lugar y fecha de la firma del precontrato.
- Identidad completa de cada una de las partes y de sus representantes si actuarán a través de ellos.
- Tipo de contrato laboral que se va a celebrar en el futuro.
- Fecha prevista para la contratación.
- Vigencia del precontrato (desde la fecha de la firma hasta la firma del contrato laboral).
- Condiciones en las que se desarrollará la relación de trabajo: salario, jornada, funciones, puesto de trabajo, etc.
- Cláusulas adicionales relativas a exclusividad, posible indemnización en caso de incumplimiento o formación entre otras.
- Firma de cada una de las partes.
En realidad, en el precontrato se puede reflejar cualquier circunstancia que se considere importante, pero estos datos que acabamos de señalar no deberían faltar nunca.
¿Qué consecuencias tiene el incumplimiento del precontrato?
Si alguna de las partes no cumple con su compromiso se genera un grave problema para la otra. El trabajador que ha dejado su empleo para unirse a la nueva empresa no solo se queda sin trabajo si finalmente la empresa con la que tiene el precontrato no le contrata, sino que además no tendrá derecho a percibir la prestación por desempleo al haber renunciado a su trabajo de forma voluntaria.
En el caso de la empresa, si el trabajador finalmente no se incorpora a su plantilla, tendrá que asumir un importante coste al volver a tener que realizar el proceso de selección. A ello se suman costes asociados como los necesarios para cubrir temporalmente la vacante que se quiere cubrir de forma definitiva o incluso la formación que se le haya podido dar al trabajador que ha roto el precontrato.
Para evitar este tipo de problemas y asegurar que ambas partes cumplen con su compromiso se suele establecer una indemnización para el caso de incumplimiento. No obstante, si el documento no hace referencia a la indemnización, aún así se puede acudir a los tribunales a reclamarla.
¿Qué pasa si es la empresa la que incumple?
El afectado puede pedir una indemnización por daños y perjuicios, ya que ha dejado su trabajo y ahora ni tiene trabajo ni cobra prestación por desempleo. Incluso puede llegar a reclamar los daños morales sufridos.
¿Y si es el trabajador el que incumple?
Hay también derecho a indemnización de los daños y perjuicios para compensar los gastos en los que la empresa haya podido incurrir en previsión de contratar a ese trabajador que finalmente no se ha incorporado a su plantilla.
Pero sea quien sea quien incumple, en ningún caso se puede obligar a la empresa a contratar o al trabajador a incorporarse a su plantilla.
Ya lo has visto, el precontrato de trabajo es una figura muy interesante y que te puede resultar de mucha utilidad si estás pensando cambiar de trabajo y no quieres correr riesgos.
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