El derecho que tienen los abuelos a visitar o ver a sus nietos

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El régimen de visitas de los abuelos es un elemento al que no siempre se da la importancia que merece en los procesos de crisis matrimonial. Y es que los abuelos tienen derecho a visitar o ver a sus nietos. Pero también los nietos a compartir su tiempo con sus abuelos.

Además, los abuelos y otros familiares cercanos suelen implicarse en el cuidado de los menores. Especialmente mientras los progenitores trabajan.

Dando un paso más allá, ni siquiera es necesario que los progenitores atraviesen una crisis matrimonial para que los abuelos soliciten un régimen de visitas. Basta con que les obstaculicen la compañía para que puedan ejercitar este derecho, como te explicamos a continuación.

¿Qué derecho tienen los abuelos y qué pueden hacer para ver a sus nietos?

Nuestro derecho familiar contiene varias disposiciones en defensa del derecho de los abuelos y nietos a compartir su tiempo.

El artículo 90 del Código Civil (CC) estipula que el régimen de visitas y comunicación de los nietos con sus abuelos debe formar parte del contenido mínimo del convenio regulador.

Además, el artículo 160.2 del mismo texto determina que no puede impedirse la relación del menor con sus abuelos sin causa justa. Cuando se prive a los abuelos y a los nietos del derecho de compartir su tiempo, se podrá acudir a los Tribunales.

La vía procedente sería una reclamación de establecimiento de régimen de visitas de los abuelos. El Juez atenderá a la solicitud garantizando que este régimen no perjudica a las resoluciones que regulen la relación del menor con sus progenitores.

¿Y si se incumple el régimen de visitas de los abuelos?

Los abuelos podrían interponer una demanda de ejecución del convenio o sentencia siempre que se incumpla el régimen:

  • Pactado en el convenio (art. 90 CC).
  • Establecido en sentencia (art. 160 CC).

Si tienen éxito lograrán que el juzgado interceda, requiriendo a los progenitores que cumplan con el régimen. En caso de que no cumplan se les impondrán multas coercitivas.

Además, podrían solicitar el apercibimiento de que proseguir en el incumplimiento supone incurrir en un delito de desobediencia. Este delito, regulado en el artículo 556 del Código Penal está castigado con:

  • Pena de prisión de tres meses a un año, o
  • multa de seis meses a dieciocho meses.

¿Cómo se fija ese régimen de visitas?

Como decimos, el régimen de visitas de los abuelos es uno de los puntos básicos del convenio regulador. De modo que se incluirá en este, ya lo acuerden los progenitores, ya lo establezca el Juez.

En ambos casos primará el interés superior del menor. Además, el Juez puede consultar a los abuelos para que presten su consentimiento al régimen propuesto.

Cualquier obstaculización de las visitas autoriza a los abuelos para solicitar su régimen. Para ello debe acudirse a la vía civil como ya se ha detallado. Esta vía está abierta incluso cuando los padres del menor no se han separado ni divorciado.

¿Cómo influye la relación de los padres con los abuelos para ejercer este derecho?

En general, lo mejor en las situaciones familiares es que exista una relación fluida entre los padres y los abuelos. Esta situación evitará problemas legales.

De no haber una buena relación, siempre se puede recurrir a mecanismos alternativos de resolución de conflictos. Sus efectos son menos traumáticos sobre las relaciones familiares.

Pero si la única vía que queda es la judicial, los abuelos deben saber que la mala relación con los padres no puede, en principio, impedirles ver a sus nietos.

Sin embargo, el Tribunal Supremo reduce al mínimo la convivencia entre menores y sus familiares cuando esta resulta nociva para el menor. De modo que una mala relación que perjudicara al menor sí podría afectar al derecho de los abuelos.

Fuera de esta situación extrema, el progenitor debe entender que no solo se trata del derecho de visitas de los abuelos. Principalmente, el derecho en juego es el de convivencia de su hijo con aquellos.

De modo que conviene respetar el régimen de visitas de los abuelos. No solo por los efectos legales que podría acarrear incumplirlo. Principalmente hay que respetarlo porque los hijos tienen derecho a desarrollar relaciones afectivas con sus familiares, al margen de las rencillas que haya entre los adultos del clan.

Adrián Garzón

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